martes, 6 de enero de 2009

Jorge Oteiza

No quería acabar 2008 sin hacer referencia a Jorge Oteiza, ya que el pasado 21 de octubre fue el centenario de su nacimiento. Sin embargo, hasta este domingo no he podido acercarme a la exposición que Ángel Bados ha comisariado en el museo Oteiza de Alzuza, y no quería hacer esta entrada hasta haberla visto.
Por cierto, la exposición acaba el 31 de enero.
Oteiza es siempre emocionante. Me fascinó la escultura "Ángeles en escuadrilla" de 1953, que ahora veo en la página 156 del catálogo editado por Bados junto a un comentario del propio Oteiza: "Escuadrilla de 3 ángeles que miraban una gran cruz en la fachada de Fisac para los dominicos de Valladolid, rechazada, no tenían alas, que eran de propulsión".
Genial. No he visto jamás ángeles tan veloces. Ni tan inquietantes tampoco.
Alguien se preguntará qué tiene que ver Oteiza con la antropología.

Pues creo que si no fuera porque él se autodenominaba escultor casi todos querríamos apropiarnos de Oteiza, compartir con él profesión. Pero más allá de esto, Oteiza escribió libros como el arriba referido "Quosque Tandem" o "Ejercicios espirituales en un túnel", que se subtitulan "Ensayo de la interpretación estética del alma vasca" y "De Antropología estética y nuestra recuperación política como estética aplicada", respectivamente. Y podría hablar de la influencia de Oteiza en la antropología vasca, que ha sido determinante en la sugerente obra de Joseba Zulaika "Tratado estético-ritual vasco" (1986), publicada poco después de "Oteiza, esteta y mitologizador vasco"(1986), del mismo autor. Pero me voy a limitar a incluir aquí algo de lo que escribí en mi libro "Pelota vasca: un ritual, una estética"(2005) sobre Oteiza. Al final y al cabo, Oteiza dio por concluido su proyecto experimental con "Homenaje a Velazquez"(1959), escultura que no es sino un frontón vasco.
"Oteiza, ocupado gran parte de su larga vida (1909-2003) en captar la esencia del vacío, descubrió en el frontón el equivalente comunitario de esos agujeros en la arena que, de niño, en la playa de Orio, le aislaban del mundo. En su tarea constante de desocupación estética, el escultor, poeta y pensador vasco, más que un vaciamiento, lo que ha procurado es crear un vacío activo de protección espiritual. Desde un arte concebido no como “perfeccionamiento artístico sino (como) proyección significante, simbólica y trascendental para la vida” , Oteiza encuentra en una construcción megalítica, el cromlech, el final del proceso artístico, en el que el escultor “abre un sitio para su corazón en peligro, hace un agujero en el cielo y su pequeña cabeza se encuentra con Dios” .
Antes de este descubrimiento, Oteiza ya había dado por concluida su investigación artística de búsqueda de un vacío espiritual energético, de un silencio espacial interno, con sus Cajas metafísicas, esculturas constituídas por simples triedros en las que se revela otra de las construcciones vascas más originales: el frontón. El mismo Oteiza reconoce que para su obra “Homenaje a Velazquez”, relacionó Las lanzas con Las Meninas y le dieron el frontón vasco , aislador metafísico, aparcamiento de la sensibilidad formada.
El propósito experimental de Oteiza, ya concluido, coincidía con el propósito espiritual del escultor prehistórico:
“La piedras no estaban colocadas desde la realidad sino en contra de ella, desde una conciencia metafísica definida en el espacio. Antes, desde lo figurativo, el cazador mágico del paleolítico sujeta la imagen del animal (el bisonte-historia) en sus pinturas rupestres del interior de su refugio material. Ahora, desde lo abstracto, en este cromlech neolítico, inventa el artista, en el mismo espacio exterior de la realidad, la habitación para su raíz metafísica, la intraestatua –almario- su intrahistoria, que diría Unamuno. El hombre se ha puesto fuera de sí mismo, fuera del tiempo. Solución estética –razón religiosa- de su suprema angustia existencial”.

Me doy cuenta ahora de una errata en mi libro (página 278). La fecha de nacimiento de Oteiza es 1908 y no 1909 como escribo ahí. ¿De dónde saqué yo este dato? Quizás del libro de Pelay Orozco. Voy a mirarlo.
No, en la síntesis biográfica viene claramente que nace en Orio en 1908.
No sé, pero parece ahora como si algo me hubiera empujado a escribir esta entrada ya en 2009. Poderoso inconsciente.



2 comentarios:

Unknown dijo...

Kaixo Olatz. Tengo tu libro y me gustó mucho. Yo soy doctorando en Filosofía y trabajo en la UPV.

Me gusta también Oteiza y su mitología euskérica. Aunque mi interpretación de la pelota vasca es algo diferente a la suya.

Te dejo mi e-mail: felixgerena@gmail.com
http://www.felixgerena.com

dco1971 dijo...

kaixo olatz!
me llamo daniel carballo.
actualmente curso el master de la ehu (restauración integral de patrimonio construido)
mi tesina versará sobre "la implantación del juego de la pelota en los cascos antiguos". He leído parte de tu tesis. Zorionak!
Simplemente presentarte mi blog donde publico mi breve investigación entre otras cosas.
Un saludo

http://lurraldea.blogspot.com.es/search/label/trabajo%20fin%20de%20master